Adopción Temprana de Tecnología
Los ciclos económicos recesivos pueden desacelerar la introducción de nuevas tecnologías, pero no consiguen frenarlas y mucho menos detenerlas. Las tecnologías disruptivas emergen continuamente aunque las empresas convencionales prioricen sus inversiones en tecnologías maduras y profundamente ancladas en sus organizaciones.
Sin embargo y salvo excepciones, las tecnologías maduras no representan nunca una ventaja competitiva para las empresas, solo la identificación y adopción temprana de una nueva tecnología puede producir una ventaja competitiva que diferencie a la empresa adoptante de sus competidores.
Según numerosos estudios, es frecuente que las empresas de alto rendimiento gasten menos en Tecnologías de la Información que sus competidores, sin embargo, sus inversiones siempre tienen repercusiones estratégicas que afectan positivamente al posicionamiento de la misma en su Mercado.
Estas empresas se caracterizan por incorporar al departamento de Tecnologías de la Información a líderes dotados de pensamiento estratégico que terminan por significarse como eficaces operadores del negocio, impulsando a la Alta Dirección a calificar a las TIC como un activo estratégico en la Organización.
Éste fenómeno no se reproduce en las empresas convencionales, más preocupadas en el día a día de su actividad principal y en las que, las personas que las integran –incluyendo al área TIC– se concentran en mantener el funcionamiento regular de la organización y no se sienten concernidos por los proyectos de naturaleza disruptiva, lo que los convierte en una importante barrera para la innovación.
Estos profesionales concentran todos sus esfuerzos en lidiar con los procedimientos y operativas internas conforme a la experiencia adquirida a lo largo de los años, miden su actividad y resultados conforme a las métricas establecidas, analizan el comportamiento de los clientes y realizan previsiones y proyecciones de negocio basándose en datos estadísticos, algo que no tiene ningún sentido cuando implementamos un proyecto de innovación disruptiva pues…, no existen antecedentes a los que aferrarse.
Consecuentemente, una de las reglas fundamentales al iniciar un proyecto de innovación –particularmente si es de naturaleza disruptiva– en este tipo de compañías, consiste en externalizar la función o discriminar a los profesionales responsables de liderar y ejecutar el proyecto del resto de los equipo de trabajo.
Para ayudarle a convertirse en una compañía de alto rendimiento que se beneficie de las ventajas competitivas que produce la adopción temprana de nuevas tecnologías, participaremos con su equipo o lideraremos las iniciativas relacionadas con:
Vigilancia Tecnológica
La Vigilancia Tecnológica consiste en un proceso continuo de adquisición de información de valor estratégico sobre tecnologías y tendencias tecnológicas y en el análisis sistemático de la misma con el propósito de servir de base para la toma de decisiones empresariales estratégicas.
No es posible implementar una estrategia de adopción temprana de nuevas tecnologías si no se dispone previamente de un proceso de Vigilancia Tecnológica, imprescindible para conocer las últimas tecnologías en las que se está investigando, los nuevos productos que aparecerán en el mercado, los nuevos actores que destacan en un determinado aspecto o los nuevos procesos y/o prácticas empresariales.
Simultáneamente, debemos conocer el foco de interés de nuestros competidores, en qué investigan –si es que lo hacen– o dónde y qué patentan para intentar minimizar el impacto de sus innovaciones en nuestro negocio o para anticiparnos, siempre dentro del marco de las leyes vigentes.
Es un proceso selectivo y bien estructurado de monitorización de numerosas fuentes de información, incluyendo las fuentes de información internas que, gracias a un sofisticado sistema de filtros, recoge información relevante para su posterior transformación en conocimiento.
Gracias al conocimiento obtenido por el proceso de Vigilancia Tecnológica podemos establecer qué tecnologías son susceptibles de una adopción temprana al efecto de convertirlas en ventajas competitivas para la empresa.
Generalmente, las empresas suelen escrutar la evolución de su entorno de un modo informal, poco organizado e instintivo, ya sea mediante la asistencia a ferias, eventos o seminarios, la lectura de revistas especializadas, asociaciones profesionales o contrastando opiniones con socios y proveedores, sin embargo, el conocimiento está disperso y en muchas ocasiones solo reside en la memoria de los profesionales que integran la plantilla, lo que impide el adecuado aprovechamiento de dicho conocimiento.
Para que un proceso de Vigilancia Tecnológica sea efectivo, debe cumplir cuatro premisas fundamentales:
LA ADOPCIÓN TEMPRANA COMO PRIORIDAD ESTRATÉGICA
Además de resultar una ventaja competitiva de primer orden, la adopción temprana de nuevas tecnologías o tecnologías disruptivas representa una formidable barrera para nuestros competidores.
Una estrategia que nos permitirá mantener la iniciativa y el liderazgo en nuestro mercado, forzando a nuestros competidores a reaccionar ante los cambios que propiciamos y evitando que puedan centrarse en gestionar sus propias innovaciones.
Contacte con nosotros si quiere averiguar como podemos ayudarle a convertirse en un Early Adopter de su sector.
Evaluación y Selección Tecnológica
La Evaluación y Selección Tecnológica es un conjunto de técnicas, métodos y herramientas para la valoración efectiva del potencial de una tecnología software y su contribución a la competitividad y rentabilidad de una compañía.
Es una iniciativa determinante para las organizaciones que desean examinar nuevas ideas o identificar vectores de cambio para la transformación de sus negocios mediante la utilización de nuevas tecnologías, ya sean de naturaleza disruptiva o no.
La evaluación de una tecnología software es un proceso complejo y exhaustivo que debe tomar en consideración un conjunto de factores críticos para cualquier organización como son los beneficios financieros esperados, el aumento de la competitividad, la mejora en el posicionamiento o el impacto en el negocio.
Generalmente, son los directivos o gerentes de los departamentos TIC (CIO, CTO, etc.) los que lideran la selección y adopción de nuevas tecnologías, ya sea de forma reactiva –a petición del negocio– o de forma proactiva –inducidos por algún modelo de Vigilancia Tecnológica-.
Sin embargo, la falta de tiempo, la escasez de recursos económicos o la inexistencia de las competencias requeridas por el equipo humano asignado dificulta el uso de un enfoque sistemático, repetible y objetivo para evaluar el valor de la tecnología y su importancia para el negocio.
Idealmente, un proyecto de evaluación y selección de tecnología software debe ser una combinación equilibrada entre las necesidades de los usuarios del negocio y la adopción de tecnologías prometedoras, siempre en el marco de un presupuesto determinado y en el plazo establecido por la organización en función de sus prioridades.
La realidad es que las necesidades del negocio pueden cambiar y los presupuestos también y entonces, los líderes del área TIC deben decidir entre postergar la evaluación a un momento más propicio, paralizar el proceso asumiendo los costes o adoptar la tecnología sin disponer de una justificación concluyente.
Un proceso bien definido puede contribuir decisivamente a que esa circunstancia no ocurra, de acuerdo con nuestro criterio, el proceso tipo para la evaluación y selección de una solución software debe comprender las siguientes actividades:

Prueba de Concepto
El término Prueba de Concepto tiene múltiples acepciones en función del ámbito en el que se utilice, en nuestro caso concreto, nos referimos al conjunto de pruebas realizadas a una determinada tecnología software innovadora –disruptiva o no-, ya sea para demostrar la viabilidad de su implementación en una Organización cuando están en fase de investigación o desarrollo o para probar su idoneidad si se trata de tecnologías implementadas y/o en fase de comercialización.
PoC de Proyecciones Tecnológicas
La prueba de concepto pretende evidenciar si la tecnología nos permitiría obtener una ventaja competitiva en nuestro mercado natural, ya sea por la automatización de procesos que en la actualidad se realizan manualmente, por la mejora de los procesos automatizados mediante tecnologías maduras, por la introducción de nuevos productos o servicios o por la aparición de nuevas formas de trabajo u organización.
En este caso, todavía no disponemos de un producto software desplegable, configurable y testable por lo que será necesario desarrollar un prototipo, proyecto piloto o mínimo producto viable (MVP) previamente antes de proceder a validar la tecnología.
PoC de Tecnologías Implementadas
La Prueba de Concepto nos permite efectuar un análisis exhaustivo de cuestiones tales como la factibilidad, escalabilidad, y robustez de la tecnología así como del nivel de adaptación de la misma a las necesidades de la empresa o las posibilidades de ampliación y mejora de que dispone.
Proporciona información muy valiosa y objetiva para el adecuado dimensionamiento del futuro proyecto, reduce las incertidumbres, permite anticipar los riesgos subyacentes, simplifica la determinación del ROI desde una perspectiva realista y nos permite descubrir la existencia de costes ocultos o las barreras endógenas o exógenas que podrían impedir el éxito de su implantación definitiva.
Desde un punto de vista más subjetivo, también es posible medir el nivel de aceptación o rechazo que suscita en los usuarios así como la facilidad o dificultad de su aprendizaje, lo que nos permite anticipar un plan de gestión del cambio que mitigue las posibles resistencias internas.
En este estadio de la Tecnología ya existe un producto software que puede desplegarse, configurarse y testarse en profundidad por lo que es posible proceder inmediatamente a someterlo a la Prueba de Concepto.
Proceso Metodológico
